"Nocte up", como se dio en llamar esta última sesión del festival, dejó también la representación del Poetián, en el claustro de la basílica. Se cerraban así cuatro noches de danza, música y teatro de primer nivel que han seguido millares de personas.
Dirigido por la prestigiosa Carmen Werner, nominada a los Premios Max en 2006 y el Premio Nacional de Danza en 2007, el espectáculo "Los hombres también mueven paredes" fue un digno broche de una de las ediciones más brillantes de Nocte. El idílico entorno de la basílica de la Peña, la música escogida –el Requiem de Mozart y el Mesías de Haendel- y las campanas del templo sonando en momentos puntuales contribuyeron a enriquecer aún más, si cabe, la actuación de Provisional Danza del pasado domingo en Graus.
Ante la atenta mirada de centenares de personas, la propia Werner y otros tres bailarines (Lucio Baglivo, Javier Ferrer y Javier Sangrós) se descolgaron sujetos con arneses desde la fachada anexa al campanario de la Virgen de la Peña. La coreografía descendió, en una primera parte, hasta la franja central del muro, sobre el que los bailarines dibujaron distintas figuras. Sin embargo, poco después, y ante la sorpresa del público, las cuatro figuras se alejaron de la pared y danzaron suspendidas en el aire aumentando la espectacularidad de una breve, pero intensa representación.
Momentos antes, El Poetián que dirige bianualmente Asun Costa, repitió su representación de la pasada primavera, en esta ocasión, dedicado al "Casorio". Íntegramente en ribagorzano, esta obra compuesta de distintas piezas alusivas, escenificó historias de amor y boda del autor Clleto Torredellas.
Juan Álvarez, Lola Díaz, Conchi Girón, Rafael Macarulla, Rubén Ortega y Javier Salamero ofrecieron un Poetián cada vez más teatral que recitado, con más expresión, emoción y pasión en aragonés ribagorzano. Junto a ellos, la música de Javier Cinca, Joaquín Baldellou y Rubén Ortega completó esta representación, siempre rica y genuina.
Fuente: Diario del Altoaragón. Elena Fortuño.