Junto con esta intensa parte académica, este ciclo cultural del Ayuntamiento de Graus dejó también el tradicional Chugaybaila para los más pequeños con una aproximación lúdica a la música, los juegos y las lenguas del territorio.
Reconocer los derechos lingüísticos de los hablantes, «como un derecho individual» es la prioridad de la Ley de Lenguas de Aragón, según aseguró el viceconsejero de Cultura, Juan José Vázquez, ayer en Graus. Para que este derecho pueda ejercerse, agregó, «es imprescindible que pueda usarlas en las relaciones con la administración y en el ámbito de la escuela». En este sentido, puntualizó que la aplicación de la ley, sin embargo, no obliga a todos los funcionarios de la administración a conocer las tres lenguas, así como que tampoco es de enseñanza obligatoria, aunque sí de oferta obligatoria en los centros de las zonas en las que se utilizan el catalán o el aragonés.
Por razones «demográficas, sociales, económicas, etcétera», la situación del catalán en Aragón y del aragonés son muy distintas, por lo que Vázquez afirmó que «esta situación obliga a todos los aragoneses a ayudar a normalizar el aragonés socialmente para que deje de ser signo de antigüedad, incultura o ruralidad». La debilidad del aragonés es uno de los retos de la Ley de Lenguas que, para su aplicación, «tiene que contar con una gran complicidad de las administraciones locales, comarcales y provinciales, que no sólo ha de basarse en medios económicos», dijo.
En cualquier caso, y pese a las cortapisas, el viceconsejero se mostró satisfecho con esta Ley que reconoce la pluralidad lingüística aragonesa porque «es muy moderno el hecho de que Aragón tenga tres lenguas porque la diversidad constituye la gran modernidad de Europa».
Precisamente desde el prisma internacional, el lingüista Artur Quintana aseguró que la pluralidad lingüística «es casi la norma en Europa, donde todos los países tienen varias lenguas a excepción de Islandia, Lichtenstein y San Marino». «En Aragón –prosiguió con ironía- como sabemos desde la promulgación de la Ley de Lenguas tenemos tres, el castellano, el catalán y el aragonés, antes sólo lo sabíamos unos cuantos».
Pese a referirse al «retraso de 30 años de la Ley de Lenguas», valoró que catalán y aragonés entren en la escuela aunque, sobre todo en el caso del aragonés, lo consideró insuficiente y apostó por aplicar modelos como el del aranés, que se ha mantenido implantando la enseñanza obligatoria en los centros educativos. La creación de las academias del catalán en Aragón y del aragonés para realizar un seguimiento de la aplicación de la ley y, en el caso aragonés, para normativizar además de normalizar, es «importante», a su juicio, aunque todavía insuficiente. En el ámbito legal, aseguró que «con la ley de lenguas, el catalán y el aragonés, al menos, tienen una existencia legal, aunque la constitución ya les daba una legalidad que el Estatuto de Aragón ignoraba». Quintana reconoció «un paso adelante», si bien afirmó que «mientras no se consiga la cooficialidad, el Estatuto de Aragón no estará de acuerdo con la Constitución».
Vázquez y Quintana debatieron en una mesa redonda, moderada por Raúl Usón, sobre la Ley de Lenguas y en la que también partitciparon María Luisa Arnal (UZ) y el lingüista Xavier Tomás. Una treintena de personas siguió este debate en la escuela de Espacio Pirineos.
Momentos antes, en el jardín de Espacio Pirineos, medio centenar de niños disfrutaron del Chugaybaila animado por la Craba con el apoyo de Nuri Sesé. Los pequeños conocieron músicas y juegos tradicionales en una animada y didáctica velada.
Fuente: Diario del AltoAragón. Elena Fortuño.