"Aragón se dice que es una tierra de cine y el tópico es cierto porque cada año tenemos más de cien autores que hacen obras nuevas, desde cortometrajes de ficción a documentales y obras más experimentales", explica Vicky Calavia. Echando la vista atrás, recuerda que "es una realidad que viene desde hace muchísimos años con pioneros como Segundo de Chomón y, posteriormente, Buñuel hasta Borau y hoy hay una cantera impresionante de gente que cuenta historias a través de la imagen".
La comisaria de Proyectaragón asistió en Graus a la clausura del certamen que, a su juicio, "es un escaparate, no un festival con premios y a lo que intentamos contribuir es a que se vean todas estas obras que se realizan cada año desde criterios de calidad evidentes, con una selección de lo más premiado, lo más representativo y también mostrando cosas que son inéditas, que no se pueden ver en otro sitio".
Proyectaragón evoluciona de forma muy positiva por lo que, aseguró Calavia, "tendrá continuidad el año próximo, es un proyecto que nació con mucha ilusión y mucho trabajo y así seguimos porque cada año la selección es más complicada. Además -agregó- tiene una acogida muy buena por parte del público en los tres espacios en los que se hace cada año y por parte también de los autores". En cuanto a las sedes, Andorra, Graus y Zaragoza, aseguró que "tienen un público fiel y una buena acogida y nos gustaría repetir en los mismos espacios y en Graus en concreto".
En la noche del viernes, una veintena de personas siguió con atención en la Escuela de Espacio Pirineos la última sesión de las cuatro incluidas en Proyectaragón en la capital ribagorzana. Haciendo balance del ciclo en Graus, la comisaria explicó que "la primera sesión mostró el panorama de actualidad . Luego, el documental social, antes de pasar a la selección del Festival de Espiello y, la última sesión, la clausura, se ha llamado "Huellas" porque "La voz del viento" habla de la huella del viento en los aragoneses y "Escrito en el Cuerpo", aborda la violencia de género en Guatemala y las huellas que esa violencia ha dejado en el cuerpo de esas mujeres".
Si Proyectaragón es un "escaparate" de la inquietud audiovisual aragonesa, Calavia destacó el papel de los festivales, de los que hay "una cantidad ingente en Aragón" para dar a conocer a los autores "y que puedan tener una compensación a su trabajo".
Fuente: Diario del AltoAragón. Elena Fortuño.
