Estos espacios constituyen el preámbulo de la visita, que comienza con la proyección del audiovisual Pirineos. El diaporama se proyecta sobre una enorme pantalla ubicada en la zona presbiterial. Por espacio de dieciocho minutos recorremos la cordillera, disfrutamos de sus paisajes y conocemos a sus gentes y sus culturas, en una proyección deslumbrante.
En los brazos del crucero de la exiglesia, a la derecha un gran mapa interactivo del Pirineo ofrece información adicional mediante un ordenador conectado al mapa; mientras que a la izquierda se encuentra la mencionada exposición Un salón de progreso.
En el espacio que ocupaba el altar se nos aparece el Mural de la Biodiversidad, un impresionante panel en el que se recrea con viva naturalidad lo principal de la flora y la fauna pirenaicas. Una mirada a la esencia natural de la montaña en un espacio de evidente poso ritual, transformado en una singular pieza artística.
Ejerciendo de nexo entre las dos plantas, en el hueco de la escalera de acceso al piso superior, se encuentra dispuesta una colección etnológica. Aperos agrícolas y de la industria tradicional en un evocador collage en el que destacan las piezas cedidas por José Miranda.