Tanto para quienes conocen este medio como para los que lo visitan por primera vez, la exposición permanente de Espacio Pirineos constituye el mejor recorrido virtual que pueda hacerse a este territorio. Además, la visita a su exposición es una fenomenal actividad para realizar en familia, ya que dispone de elementos audiovisuales e interactivos sorprendentes para niños y mayores.
Para facilitar aún más el acceso a los contenidos del centro Espacio Pirineos, la visita puede realizarse desde esta misma semana bajo tres modalidades diferentes, y en función del tiempo disponible para la misma.
La primera opción, de entrada libre, lleva entre 5 y 10 minutos. Incluye la visita a la nave principal del centro, antigua iglesia de la Compañía de Jesús, un impresionante templo barroco perfectamente rehabilitado. En este espacio se encuentra una pequeña colección de piezas de valor histórico-artístico que conforman el Museo Municipal de Historia, y que se contextualizan por los paneles informativos dedicados a Graus y La Ribagorza.
La segunda opción de visita, de unos 30 minutos de duración, cuesta 1 € por persona. Incluye la visita anterior y se completa con la proyección del audiovisual Pirineos, una producción única compuesta por unas 600 imágenes con las que recorreremos la cordillera, sus paisajes, las gentes y sus culturas. A continuación, una voz en off nos mostrará el Mural de la Biodiversidad: curiosidades y anécdotas del ciclo de la vida en el Pirineo, de su flora y fauna, en una mirada a la esencia natural de la montaña. A la derecha del crucero, un gran mapa interactivo del Pirineo nos permite conocer lo más interesante de este territorio. Toda la visita se realiza en la nave principal, a un mismo nivel de suelo.
La tercera y más completa opción conlleva en torno a una hora de duración, y tiene un coste de 2 € por persona. Incluye todo lo anterior, y se añade la visita a la planta superior del centro, un recorrido por tribunas y coro de la antigua iglesia, que ahora muestran aspectos tan definitorios en el Pirineo como el hogar, la familia, las comunicaciones, la fiesta, el trabajo, las ferias y mercados, los bosques, y glaciares, el arte románico, las religiones, o el propio movimiento pirineísta. El recorrido se completa con un dinámico audiovisual sobre la historia del Pirineo, y con una breve colección etnográfica de aperos agrícolas.