El Orfeón ejerció durante tan sólo 5 años, hasta 1918, cuando la devastadora gripe española azotó en Graus a cantores y familiares. En ese breve periodo el Orfeón alcanzó cotas artísticas inimaginables en un primer momento, llevando a cabo notorios espectáculos en Zaragoza y Barcelona, y habiendo cerrado una participación en Madrid que ya no pudo celebrarse.
Borguñó, gran pedagogo musical de su época, realizó en Graus un meritorio trabajo, no sólo musical sino también social. Escribió varias obras para el Orfeón y consiguió que su coro interpretara solventemente complejos repertorios clásicos, pero sobre todo hizo posible que la música removiera por completo una sociedad rural como la grausina.
En la imagen el Orfeón de Graus junto al desaparecido colegio de la Compañía de Jesús.
