PATRIMONIO MUNICIPAL

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En su dilatada historia fue ocupado por numerosos pobladores: desde la Prehistoria, durante la época romana atendiendo a su étimo, o en su faceta defensiva en el Islam. Pero fue a partir de la Edad Media cuando la villa comenzó su auténtico desarrollo.

Actualmente, Graus presenta un padrón con 4.000 habitantes, lo que le convierte en el más importante núcleo demográfico, económico y cultural de Ribagorza.

La villa cuenta, entre sus calles y plazas, con un excepcional patrimonio que le confirió, en 1975, la declaración de Conjunto Histórico-Artístico. Y es que, si paseamos por sus recoletas calles encontraremos edificios monumentales de muy consolidada historia.

El escenario urbano de la Plaza Mayor, con sus característicos porches, y origen bajomedieval, la convierte en una de las más llamativas de España. En ella se citan elementos típicamente renacentistas en Aragón, como el edificio civil del Ayuntamiento, además de las bellamente decoradas fachadas de las casas palaciegas que la jalonan. Las casas del Barón, Heredia (desde el año 2007, sede de la Comarca de la Ribagorza) y Bardaxí son algunas de las renombradas construcciones que conforman este legado de clara influencia italiana.

Pero no queda aquí nuestro paseo por el casco antiguo. Buscando por el Barrichós, germen urbanístico de la población, nos toparemos con inmuebles históricos, como el medieval Palacio de los Mur y Casa Solano en la Plaza Coreche, la posada donde estuvo hospedado San Vicente Ferrer, pasando por la casa que la leyenda otorga como solar de los Torquemada, para finalizar en el casco antiguo con Casa Fantón, como una de las más antiguas de la población y que da su nombre a la misma plaza en la que se encuentra el Portal de Chinchín.

La Basílica de la Peña, de estilo gótico-renacentista, vigila a los habitantes de Graus desde su privilegiada situación. Coronada por el otero de la Peña del Morral, es un emblema patrimonial y paisajístico de la villa.  Sobre ella, en lo alto de la montaña, los restos de la antigua fortificación musulmana.

Localizados fuera de las murallas se encuentran edificios eclesiásticos como la iglesia de San Miguel, de origen románico, y la propia iglesia del antiguo colegio jesuita, sede de Espacio Pirineos.

El municipio de Graus, de enorme extensión (300 km2) y escasa población, guarda grandes espacios vírgenes, fabulosos para ser andados. En él aguardan senderos para conocer la naturaleza mediante sus rutas por GPS, que a su vez le confieren un novedoso ejemplo de cara a potenciar el turismo en nuestra comarca. Entre sus parajes destacan el castillo románico-lombardo de Fantova, los cascos históricos de La Puebla de Fantova o Benavente , el barroco mudéjar en la parroquial de Juseu , el templo budista Dag-Shang-Kagyu de Panillo el pintoresco urbanismo de Aguinaliu , etc.

También podemos degustar sus afamados embutidos, destacando la longaniza de Graus, o sus postres, todos ellos de una calidad indiscutible.

Las costumbres alcanzan su apogeo en septiembre durante los días de las Fiestas Patronales del 12 al 15 de septiembre, declaradas de Interés Turístico Nacional, con elementos de variado origen como los dances, las albadas o la Mojiganga.